Wildeliz González Rivera

Hola mi nombre es Wildeliz González Rivera tengo 26 años y soy de Dorado P.R. Quiero hablar del proceso tan difícil que casi me cuesta la vida en este año 2018 gracias a la enfermedad que nos une… mi historia con la endometriosis.

Mi periodo (menstruación) llegó a los 7 años, siiiii leyeron bien.

Wildeliz González Rivera

Nunca olvidaré aquel domingo mientras me preparaba para ir a la Iglesia faltando 2 meses para cumplir los 8 añitos.

Fue un caos en mi casa, en mi familia y para el primer ginecólogo que me atendió también porque tiene más de 40 años de experiencia y la paciente más joven su período le llego a los 9 años. Para mí como niña fue una de las peores situaciones ya que era un tiempo para estar jugando a las muñecas y no preocupándome porque no entendía como ponerme una toalla sanitaria. Cabe destacar que mis períodos eran fatales, todos los meses mi mamá me tenía que llevar a emergencia para que me inyectaran porque no aguantaba los dolores. A los 17 años fui con mi mejor amiga que estaba embarazada a una cita de rutina y decidí sacar cita porque siempre mis periodos eran los peores unos dolores que no podía caminar, coágulos un poco más grandes que una uva, vómitos, diarrea, etc. (aún es igual o peor).

Luego de atenderme, el médico me indica que tengo endometriosis y me tenían que poner unas inyecciones que mi plan no cubría las cuales costaban 3 mil dólares cada una, mi pensar como joven fue “olvídalo yo no quiero tener hijos por el momento” por inmadurez, por falta de conocimientos sobre la enfermedad.

Luego me operaron por quistes en los ovarios los cuales estaban a punto de reventarse. Fue una operación de riesgo ya que me tuvieron que poner dos pintas de sangre antes de la operación y luego me fui en un paro respiratorio por incompatibilidad. Pasaron 9 años que no hice caso con el período igual o peor (como toda mujer ‘el dolor es normal’ si porque llega el momento que nos acostumbramos).

El día del huracán María me encontraba en el hospital ya que llevaba días que no podía ni caminar y a medida que los vientos se hacían más fuertes más era el dolor (supuesta gastritis, inflamación en los intestinos y en el estómago), tome la decisión de firmar e irme a mi hogar ya que no quería pasar el huracán allí.

Gracias al Señor ya que el techo de ese hospital colapso y en medio del huracán tuvieron que trasladar los pacientes al hospital más cercano.

Luego de ello aprendí a batallar con el supuesto dolor de gastritis, comía aunque vomitara y me diera dolor. A principios de este año 2018 comencé a tener problemas más fuertes de ‘estómago’ todo me daba un dolor bien fuerte desde la boca del estómago hasta la parte baja de la barriga y en ocasiones hasta las rodillas.

En mayo me fui de viaje y me dio un episodio que por más de 4 días, no comía nada. Tan pronto llegué a P.R. me tocaba trabajar, aún sin poder caminar fui cumplí mis horas y salí directo a sala de emergencia. El doctor de turno me indica que es gastritis, luego de darme tratamiento me sentí mejor y a los minutos cuando decide dar el alta me vuelve el dolor más fuerte y ese caballero en medio del pasillo de sala de emergencia dijo a toda boca:

Ya comenzó el SHOW cuando dije que le iba dar el alta. Así mismo dijo porque así ven los dolores de las enfermedades, yo estaba sin fuerzas pero sabrán que le hable de su ética en privado.

Me dan el alta y luego estuve 3 semanas que iba como cada 4 días a emergencia y era el mismo protocolo, es gastritis, inyección, suero y el alta.

Llegó este día que tenía fiebre de 40, decidimos ir a un hospital. Luego de hacerme todos los análisis me dicen que me tienen que hospitalizar porque tengo una obstrucción en los intestinos y están casi seguros que puede ser Chrons. Estuve 11 días en el hospital entre tantas inyecciones, sueros, hormonas que me tenían todo el sistema descontrolado, una colonoscopía, biopsia y deciden darme el alta.

Me voy contenta a mi casa ya que por 2 semanas no comía nada y feliz. A los 2 días me fui a trabajar, al terminar mi turno el dolor era insoportable. A los 4 días nuevamente hospitalizada varios días con el mismo cuadro me dan de alta y a los 2 días volví al hospital, otros días más de estadía.

Llegué a la manos de un ángel, un doctor que se molestó por la situación porque sabía que no la estaban llevando correctamente. La cirujana que me estaba atendiendo indicó que tenía Chrohn por lo que se veía en la colonoscopia. El Chrons es una enfermedad que afecta los intestinos hasta que los perfora y como no tenía la biopsia no quería enviarme al especialista de Chrons en Centro Médico. Ese doctor llamó al Dr. Lojos especialista de Chrons e intestinos (el mejor en todo P.R., es un sol) y este le indica que me va a estar esperando.

El mismo día en ambulancia me llevan a Centro Médico. Llevaba días sin comer nada sólo vomitando. Tan pronto llego deciden ponerme un nasogástrico, un tubo por la nariz, 24/7 conectado a una máquina, succionaba en mi caso la saliva, los líquidos que se producen para el estómago y el aire. Tenía una barriga como si tuviera 5 meses de embarazo por tanto aire acumulado ya que por la obstrucción ni siquiera podía ir al baño.

Fue el momento más difícil de mi vida, a sangre fría lo pusieron.

Lo peor de esta estadía fueron los dolores de garganta, casi no podía hablar, dolor de oídos. Cada día que pasaba rebajaba al extremo que estaba en huesitos. Comienzan a hacerme estudios. Ustedes no se imaginan cuántos me hicieron, eso era TODOS los días estudios, estudios y más estudios, pero no se ve que tipo de obstrucción es, mientras muchos doctores y especialistas me veían TODO el día.

Mis venas estaba llena de moretones y ya no salía sangre, ni siquiera se veían. Colapsaron decidieron hacerme un picc line, una línea directa a vena principal que termina cerca del corazón.

Tenía pánico ya que es un foco de infecciones si no se atiende correctamente.

Deciden alimentarme por vena. Llegó un momento en el cual yo no podía ponerme de pies de lo débil que estaba mi cuerpo. Ya  estaba descontrolado, azúcar lo mismo que en negativo, que lo mismo en 400, la presión casi en 200 o lo mismo que en 80.

Me tuvieron que bañar en la cama. Las pocas veces que me podía parar mi mamá tenía que estar ahí porque no podía sostenerme. Eso era sacando sangre, inyecciones hasta en la barriga, monitoreo de azúcar, los sueros, 4 y 5 bajando a la vez.

Llegó el día más esperado ¡la operación!. Me hablan del riesgo de tener que poner una bolsita para los intestinos y entré en pánico.

Luego de la operación gracias a Dios no se tuvo que poner la bolsa. Cuando desperté de la operación fue lo primero que pregunté. Para mi sorpresa habían cortado un pie de intestino donde estaba la obstrucción que resultó ser ENDOMETRIOSIS y estaba triturando mis órganos. Pudieron limpiar bastante los intestinos lo próximo era ver cómo estaba el sistema reproductor.

Luego de la operación en menos de 12 horas ya estaba de pies porque necesitaba demostrar que iba a estar bien, con todo y sueros, conectada a la máquina, con medias para la coagulación, morfina de cada 3 horas.

Después de la operación ha sido bien difícil. Me caí en la bañera y me lastimé, estoy en huesitos, me dan muchos dolores hasta la rodilla, a penas llevo justo un mes de operada y luego de casi 2 meses en el hospital llevo como 3 semanas en mi hogar.

Tuve que renunciar a uno de mis trabajos. Ahora para despejar la mente y tener ingresos creé el grupo Chiquitas by Wilde para vender lazos. Y créanme que no es fácil cuando uno tiene un estilo de vida y ver que todo cambia de la noche a la mañana.

Ahora mismo estoy en espera de la patología y de buscar un buen ginecólogo. Pero sobre todo pasando un momento difícil. No puedo hacer casi nada para que esa operación no se dañe ya que los intestinos los pegaron con clips y tardan meses en pegarse correctamente y sobre todo educando a las personas cada vez que me dicen lo flaca y lo mal que me veo.

Fue muy difícil cuando los doctores tomaron la decisión de bajarme las defensas, tenía que salir con mi mascarilla. Muy orgullosa trabajaba con mi mascarilla ante las miradas extrañas y comentarios negativos.

Pero gracias a Dios estoy aquí de pie por su misericordia porque no me soltó un sólo día y cuando yo pensaba que tenía los días y las horas contadas me dio vida.

P.S. Pasé mi cumpleaños en el hospital sin comer bizcocho y conectada a todas esas máquinas (fue lo más que sufrí no poder comer bizcocho jaja).

 

Ánimo chicas, si yo estuve casi 2 meses al borde de la muerte y aquí estoy luchando ustedes también pueden comerse el mundo…. Dios es bueno y recuerden siempre:

Nosotras NO somos parte de la endometriosis, ella es parte de nuestras vidas y se tiene que acoplar a nuestras rutinas, no nosotras a la rutina de ella.

 

Sobre todo recuerden que esta lucha es de todas, somos una familia y tenemos que luchar por un mejor ambiente para todas.

 

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Wildeliz González – Mi historia con la endometriosis
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