Maricely endometriosis historia

Fui diagnosticada con endometriosis siendo muy joven.

Maricely endometriosis historia

Desde que tuve mi primer periodo experimenté dolores pélvicos, lumbares e inguinales agudos; además de hemorragias que me incapacitaban.

A los 16 años tuve mi primera operación por laparascopía con el Dr. Santiago Álvarez para sacarme los quistes que tenía, pero eso funcionó por poco tiempo.

Estuve en diversos tratamientos con anticonceptivos, pero la realidad es que no me funcionaron.

A los 19 años llegué a la oficina de la Dra. Fernández Tamayo, quien logró controlarme bastante, a base del medicamento Luprón. Esto me brindó periodos de remisión, pero si lo dejaba la enfermedad volvía con mayor intensidad.

A los 21 tuve mi segunda laparascopía.

Me casé a los 23 y ya para ese entonces tenía problemas de fertilidad.

Luego de años en tratamiento y de buscar otras opiniones médicas me decían que nunca sería madre.

Dejé los tratamientos, me deprimí mucho, me sentía impotente ante una enfermedad que me estaba robando mi vida.

A los 28 años quedé embarazada y ahí supe lo que en verdad era tener endometriosis.  Mi embarazo fue terrible.  Me hospitalizaron 5 veces, tuve riesgos de aborto por contracciones prematuras desde los 4 meses, problemas de anemia, problemas hormonales, problemas estomacales y hasta pulmonía.  Mi hija nació prematura y por cesárea pero sana, gracias a Dios.

Luego de mi embarazo todo empeoró.  Enfrenté 2 operaciones más: una para extraerme el ovario derecho y esterilizarme parcialmente y otra para esterilizarme totalmente.

Esta última operación con el Dr. Sierra y el Dr. Soler fue muy complicada porque la endometriosis se desplazó hacia mis intestinos y vejiga, por lo que hubo que separarme las adherencias que tenía.

Luego tuve que pasar por otra operación para extirparme la vesícula.

Actualmente me encuentro estable, pero la condición me dejó secuelas en el colon, por lo que sigo en tratamiento médico con un gastroenterólogo y lucho contra la menopausia prematura por la falta de hormonas.

Vivir con endometriosis no ha sido fácil, pero me ha empoderado (emocionalmente hablando).  Todas estas experiencias han cambiado mi manera de ver la vida.

Ahora valoro las cosas que realmente importan: el tiempo que no puedes desperdiciar, la familia que tienes que amar porque son los que siempre están contigo, los buenos amigos que te ayudan en los momentos difíciles y sobre todo el Dios maravilloso al que siempre puedes acudir porque nunca te abandona.

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Maricely Cruz Laboy – Mi historia con la endometriosis
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